Lógica de Negocio vs Lógica Funcional
Una de las cuestiones más sutilmente diferentes que es necesario tener claro cuando hablamos de orientación a servicios, es el concepto de lógica de negocio frente al clásico concepto de lógica funcional. En esto como en tantas cosas la semántica es fundamental, y por eso conviene ser muy preciso con el vocabulario que usamos porque dos conceptos aparentemte equivalentes pueden no serlo en absoluto.
La diferencia entre lógica de negocio y lógica funcional tiene relación directa con lo que decíamos aquí sobre la orientación a procesos de negocio frente a la orientación a áreas funcionales.
La lógica funcional es la que todos manejamos desde siempre para definir el alcance y los flujos de información, interfaz de usuario, etc de un sistema de información. Por ejemplo, un diagrama de transición de estados de una entidad ayuda a identificar y definir los estados de una entidad y las transiciones posibles de un estado a otro. Y de esta manera aparece lógica funcional que debe implementar el sistema de información mediante el modelado de datos, la interfaz de usuario, y los procesos internos que resuelvan esa lógica.
La lógica de negocio en cambio se refiere al flujo externo, transversal a la organización, entre distintos sistemas de información dentro y fuera del area funcional.
Dicho de otra forma: para una cierta entidad o proceso, la lógica funcional define lo que ocurre dentro del sistema de información como consecuencia de cualquier evento sobre esa entidad o proceso, mientras que la lógica de negocio define lo que ocurre fuera del sistema de información como consecuencia de aquellos eventos sobre dicha entidad o proceso, que tengan impacto en procesos de negocio (y por tanto, en otras areas funcionales y sistemas de información).
En mi opinión es muy importante tener clara esta diferencia para hacer unos análisis correctos, tanto funcionales como de procesos de negocio, y para hacer un diagnóstico acertado sobre qué puede ser un servicio (de negocio) y qué no.
No confundamos la lógica de negocio en un escenario SOA-BPM, con la capa de negocio de una arquitectura de tres capas clásica de un sistema de información. Como veis la semántica nos pone constantemente trampas y es muy fácil mezclar conceptos de distintos paradigmas y arquitecturas. Supongo que es el precio que pagamos los informáticos por dedicarnos a una disciplina que evoluciona tan rápido.
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